Esta obra famosa del pintor Francisco Goya ahora cuelga en los muros del Prado en Madrid. Es integro a la historia de esta ciudad, ya que representa una escena que ocurrió en las afueras de Madrid el día 3 de Mayo de 1808. En Marzo de ese año el general Napoleón de Francia había invadido a España, y los Madrileños resentidos tomaron armas contra las fuerzas Francesas el un mes después el 2 de Mayo. Pero la resistencia fue inútil, y por la mañana soldados Franceses juntaron a todos los Madrileño que habían tomado parte en el incidente y los mataron.
Esta obra de Goya fue pintada seis años después, cuando los Franceses finalmente fueron expulsados de España. Goya mismo pidió ser comisionado por el gobierno, pintando una representación de los incidentes del 2 de Mayo y del 3. Esta obra en particular es mucho más famosa ya que su estilo era algo completamente innovador en aquellos tiempos. Las pinturas comúnmente todas llevaban simbolismo religiosa, eran muy detalladas, imitaban a las formas humanas con toda precisión, y trataban de pintar solo formas bellas y admirables (aunque no parecieran así en la realidad) Entonces a Goya se le considera que con esta pintura ayuda a empezar un nuevo movimiento moderno el el arte, llamado el <<realismo>>. El realismo no trata de acercarse a la realidad física de una escena, como Los Fusilamientos del 3 de Mayo rinde obvio. En ves tratar de capturar la realidad emocional de un momento. Goya no crea una escena vivida, detallada, con simbolismo religioso o épico. Simplemente pinta esta escena con el dolor que el se imagina (y seguramente que es sintió) en aquellos momentos de tanta incertidumbre.
Ahora esta obra esta en Prado permanentemente, siempre recordandole a Madrid de su pasado oscuro y de la realidad de su dolor.
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