domingo, 21 de noviembre de 2010

Botas y Protestas

            Algunos de nosotros tenemos una misión de suma importancia – queremos botas. Ayer, casi la mitad de nuestra clase (Erin, Robyn, Amanda, y yo) caminamos por partes de Madrid para encontrarlas con otra chica de nuestra programa. Desafortunadamente, nadie compró nada. Por suerte, decidimos tomar un café porque estábamos cansadas y teníamos frío. ¡Cuando caminábamos a un café, encontrábamos una protesta!
            Antes de saber la razón para la protesta, noté alguna cosa muy interesante, y a mi me parece distinta. Cuando pienso en una protesta, pienso en gente contra la policía, y posibilidades de la violencia y desorganización. Esta protesta, sin embargo, era casi el opuesto de mis ideas. La gente estaban en una fila organizado y la policía estaban bloqueando las calles y parando tráfico para permitir manifestantes. Me gusta este apoyo del policía porque me sentí más segura.
            Tratamos de cruzar la calle para aprender más. Vimos pancartas contra fascismo, los Nazis, y más cosas contra la política derecha extrema. Algunos estaban agitando banderas de anarquía y la Unión Soviética. Obviamente, era una demostración de la política izquierdista.

Símbolo de anarquía 

            Amanda preguntó a alguien que estaba pasando. Aprendimos sobre las tensiones fuertes entre los partidos extremos de Madrid y España. Es interesante, porque en mis experiencias en los EE.UU. no he visto algo como ese. Esta protesta era casi un mitin móvil. La gente estaba gritando; era poderoso.
            Esta experiencia para mi tiene un gran importancia. Pienso que hay más protestas aquí y en todo Europa porque su gobiernos son un poco más “inaccesibles” en unas maneras. Para mi, una protesta es un poco desesperado – quiero decir que es un acto para llamar la atención y interrumpir el día. Si alguien tiene una opción menos alta, no estoy segura, pero pienso que haría ese. Me recuerda de un niño – si quiere algo, primero va a preguntar amablemente, pero si no, va a tener una rabieta. El gobierno es como sus padres – si no quiere escuchar, no necesita, pero eventualmente necesitará hacer algo.
            Estoy emocionada que tenía esta oportunidad. He visto el poder de los madrileños enfadados. Madrid es una ciudad multidimensional – las tiendas de botas son un poco diferente que los gritos de los manifestantes. Me recuerda de Esta hosca ciudad acogedora que hemos leído a la empieza del semestre, porque aunque la protesta era muy unificada si misma, nadie estaba mirando ni escuchando con la excepción de nosotros. Las tiendas de que venimos eran en un mundo completamente diferente, pero que suerte que queríamos ir de compras, ¿sí?  

-Nicole 

1 comentario:

  1. Como Nicole, me sorprendí también de la participación de la policía en la protesta. Yo me imaginaba que una protesta de la izquierda extrema sería muy caótica y desorganizada, pero la presencia de la policía crea un ambiente de oficialidad. Esta protesta me recordé de la huelga general en septiembre en que la huelga era muy organizada y ambos el gobierno y la gente sabía que va a ocurrir antes de la fecha de la huelga. Yo respeto mucho que las protestas en España pueden tener un impacto fuerte pero ser caracterizada por tranquilidad y paz al mismo tiempo.

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